Tratamiento del cáncer de tiroides infantil (PDQ®) : Tratamiento - información para los pacientes [NCI]

Esta información es producida y suministrada por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés). La información en este tema puede haber cambiado desde que se escribió. Para la información más actual, comuníquese con el Instituto Nacional del Cáncer a través del Internet en la página web http://cancer.gov o llame al 1-800-4-CANCER.

Información general sobre el cáncer de tiroides infantil

El cáncer de tiroides es una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la glándula tiroidea.

La tiroides es una glándula ubicada en la base de la garganta, cerca de la tráquea. Tiene forma de mariposa con un lóbulo derecho y un lóbulo izquierdo. El istmo es un trozo delgado de tejido que conecta los dos lóbulos. Por lo general, la tiroides no se puede sentir a través de la piel.

Anatomía de las glándulas tiroidea y paratiroideas. En la imagen se muestra la glándula tiroidea (tiroides) en la base de la garganta, cerca de la tráquea. En un recuadro se muestran las vistas anterior y posterior. En la vista anterior se observan la tiroides en forma de mariposa y los lóbulos (derecho e izquierdo) conectados por una pieza delgada de tejido llamada istmo. En la vista posterior se observan las cuatro glándulas paratiroideas del tamaño de una arveja. También se muestra la laringe.

La tiroides usa yodo, un mineral presente en algunos alimentos y en la sal yodada, que ayuda a elaborar varias hormonas. Las hormonas tiroideas cumplen las siguientes funciones:

  • Controlan la frecuencia cardíaca, la temperatura del cuerpo y la rapidez con la que los alimentos se convierten en energía (metabolismo).
  • Controlan la cantidad de calcio en la sangre.

Los nódulos tiroideos son adenomas o carcinomas.

Hay dos tipos de nódulos tiroideos:

  • Adenomas. Los adenomas pueden crecer mucho y, a veces, producen hormonas. Los adenomas no son cancerosos, pero en ocasiones se vuelven malignos (cáncer) y se diseminan a los pulmones o los ganglios linfáticos del cuello.
  • Carcinomas. Hay tres tipos principales de carcinoma de tiroides infantil:
    • Papilar. El carcinoma de tiroides papilar es el tipo más común de cáncer de tiroides infantil. Se presenta con mayor frecuencia en adolescentes. El carcinoma de tiroides papilar por lo general está formado por más de un nódulo a ambos lados de la tiroides. A menudo se disemina a los ganglios linfáticos del cuello y, en ocasiones, se disemina al pulmón. El pronóstico (probabilidad de recuperación) es muy bueno para la mayoría de los pacientes.
    • Folicular. El carcinoma de tiroides folicular por lo general está formado por un nódulo. A menudo se disemina al hueso y al pulmón, y con poca frecuencia a los ganglios linfáticos del cuello. El pronóstico es muy bueno para la mayoría de los pacientes.
    • Medular. El carcinoma de tiroides medular se forma en las células C de la tiroides. Por lo general se relaciona con ciertos cambios hereditarios en el gen RET y con el síndrome de neoplasia endocrina múltiple de tipo 2 (NEM 2). Se presenta con mayor frecuencia en niños de 4 años o menos y es posible que se haya diseminado a otras partes del cuerpo en el momento del diagnóstico. Los niños con síndrome de NEM2 también tienen riesgo de presentar feocromocitoma o hiperparatiroidismo.

El cáncer de tiroides papilar y el cáncer de tiroides folicular también se llaman cáncer de tiroides diferenciados. El cáncer de tiroides medular y el cáncer de tiroides anaplásico también se llaman cáncer de tiroides poco diferenciados o indiferenciados. El cáncer de tiroides anaplásico es muy poco frecuente en los niños y no se describe en este resumen.

Los nódulos tiroideos a veces se encuentran durante un examen médico de rutina y, por lo general, no son cancerosos.

El médico de su niño quizá encuentre una masa (nódulo) durante un examen de rutina, o quizá se observe un nódulo en una prueba con imágenes o durante una cirugía por otra afección. Esto se llama nódulo tiroideo, que se forma por la multiplicación anormal de células tiroideas en la tiroides. Los nódulos pueden ser sólidos o estar llenos de líquido.

Cuando se encuentra un nódulo tiroideo, se hace una ecografía de la tiroides y los ganglios linfáticos del cuello. Es posible que se haga una biopsia por aspiración con aguja fina para evaluar si hay signos de cáncer. También se hacen análisis de sangre para medir las concentraciones de hormona tiroidea y de anticuerpos antitiroideos. Esto sirve para verificar si hay otros tipos de enfermedad de la tiroides.

Por lo general, los nódulos tiroideos no causan síntomas ni necesitan tratamiento. A veces, los nódulos tiroideos se agrandan tanto que es difícil tragar o respirar; en estos casos, se hacen más pruebas y se deben tratar. Solo uno de cada cinco nódulos tiroideos se convierten en cáncer.

Estar expuesto a la radiación o tener determinados síndromes genéticos afectan el riesgo de tener cáncer de tiroides.

Cualquier cosa que aumenta la probabilidad de tener una enfermedad se llama factor de riesgo. La presencia de un factor de riesgo no significa que enfermará de cáncer; pero la ausencia de factores de riesgo tampoco significa que no enfermará de cáncer. Consulte con el médico si piensa que su niño está en riesgo.

Los factores de riesgo del cáncer de tiroides son los siguientes:

  • Estar expuesto a la radiación, como en las pruebas diagnósticas, la radioterapia o la radiación del medio ambiente.
  • Tener ciertos síndromes genéticos, como los siguientes:
    • Síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2A (NEM2A).
    • Síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2B (NEM2B).
  • Tener historia familiar de cáncer de tiroides; entre ellos los siguientes:
    • Poliposis relacionada con el gen APC.
    • Síndrome DICER1.
    • Complejo de Carney.
    • Síndrome de tumor hamartomatoso PTEN.
    • Síndrome de Werner.

A veces el cáncer de tiroides medular lo causa un cambio en un gen que pasa de padres a hijos.

Los genes de las células contienen la información hereditaria que pasa de padres a hijos. Es posible que cierto cambio en el gen RET, que pasa de padres a hijos (hereditario), cause cáncer de tiroides medular.

Hay una prueba genética que se usa para detectar este cambio. Primero se hace la prueba al paciente para determinar si tiene el cambio en el gen. Si el paciente lo tiene, entonces es posible que otros familiares también se hagan la prueba para saber si tienen un aumento de riesgo de cáncer de tiroides medular. Los familiares, incluso los niños pequeños, que tienen el cambio en el gen en ocasiones se someten a una tiroidectomía (cirugía para extirpar la tiroides). Esta cirugía disminuye la probabilidad de que se forme un cáncer de tiroides medular.

Los signos de cáncer de tiroides incluyen hinchazón o bulto en el cuello.

A veces, los tumores de tiroides no causan signos ni síntomas. Estos y otros signos y síntomas pueden obedecer a un cáncer de tiroides papilar o folicular, o a otras afecciones.

Consulte con el médico si su niño presenta alguno de los signos y síntomas siguientes:

  • Una masa en el cuello.
  • Dificultad para respirar.
  • Dificultad para tragar.
  • Ronquera o cambio en la voz.

Estos y otros signos y síntomas pueden obedecer a un cáncer de tiroides medular o a otras afecciones.

Consulte con el médico si su niño presenta algo de lo siguiente:

  • Bultos que no duelen en los labios, la lengua o los ojos.
  • Dificultad para producir lágrimas.
  • Estreñimiento.
  • Síndrome de Marfan (ser alto y delgado, con brazos, piernas y dedos largos).

Para diagnosticar y estadificar un cáncer de tiroides se utilizan pruebas para examinar la tiroides, el cuello y la sangre.

Se realizan pruebas para diagnosticar y estadificar el cáncer. Después de que se diagnostica el cáncer, se realizan pruebas para determinar si las células cancerosas se diseminaron a las áreas cercanas o a otras partes del cuerpo. Este proceso se llama estadificación. Las pruebas que se hacen antes de extirpar el tumor mediante cirugía para saber si las células cancerosas se han diseminado, se llaman estadificación preoperatoria. Es importante saber si el cáncer se diseminó para planificar el mejor tratamiento.

Es posible que se usen las siguientes pruebas y procedimientos:

  • Examen físico y antecedentes de salud: examen del cuerpo para revisar el estado general de salud e identificar cualquier signo de enfermedad, como masas (nódulos) o hinchazón en el cuello, la laringe y los ganglios linfáticos; además, se busca cualquier otra cosa que parezca anormal. También se toman datos sobre los hábitos de salud, los antecedentes de enfermedades y los tratamientos anteriores.
  • Prueba del funcionamiento de la tiroides: examen de la sangre para determinar si hay concentraciones anormales de la hormona estimulante de la tiroides (TSH). La hipófisis en el encéfalo elabora la TSH. Esta hormona estimula la liberación de la hormona tiroidea y controla la rapidez con la que se multiplican las células foliculares de la tiroides. A veces, también se analiza la sangre para determinar si hay concentraciones altas de calcitonina (una hormona elaborada por la tiroides que disminuye la cantidad de calcio en la sangre).
  • Prueba de la tiroglobulina: examen de la sangre para determinar la cantidad de tiroglobulina, una proteína elaborada por la glándula tiroidea. Las concentraciones de tiroglobulina son bajas o están ausentes cuando la tiroides funciona normalmente, pero pueden ser altas cuando hay un cáncer de tiroides u otras afecciones.
  • Prueba del gen RET: prueba de laboratorio por la que se examina una muestra de sangre o tejido para determinar si hay ciertos cambios en el gen RET. Esta prueba se hace cuando se sospecha que un niño tiene cáncer de tiroides medular.
  • Ecografía: procedimiento para el que se hacen rebotar ondas de sonido de alta energía (ultrasónicas) en los tejidos u órganos internos a fin de producir ecos. Los ecos forman una imagen de los tejidos del cuerpo que se llama ecograma. La imagen se puede imprimir para observar más tarde. Este procedimiento muestra el tamaño del nódulo tiroideo y permite saber si el nódulo es sólido o es un quiste lleno de líquido. A veces, la ecografía se usa para guiar una biopsia por aspiración con aguja fina. Antes de la cirugía, se realiza una ecografía completa del cuello.
  • Gammagrafía tiroidea: se ingiere o se inyecta una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva. El material radiactivo se acumula en las células de la glándula tiroidea. Una cámara especial conectada a una computadora detecta la radiación que se emite y forma imágenes que muestran el aspecto y el funcionamiento de la tiroides y si el cáncer se diseminó más allá de la glándula tiroidea. Si la cantidad de HET en la sangre del niño es baja, a veces se obtienen imágenes de la tiroides antes de la cirugía.
  • Tomografía computarizada (TC): procedimiento para el que se toma una serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo, como el cuello, el tórax, el abdomen o el encéfalo, desde ángulos diferentes. Las imágenes se crean con una computadora conectada a una máquina de rayos X. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen de forma más clara. Este procedimiento también se llama tomografía computadorizada, tomografía axial computarizada (TAC) o exploración por TAC.
    Tomografía computarizada (TC) de la cabeza y el cuello. En la imagen se observa una niña acostada sobre una camilla que se desliza a través del escáner de TC, con el que se toma una serie de imágenes radiográficas detalladas del interior de la cabeza y el cuello.
  • Imágenes por resonancia magnética (IRM) con gadolinio: procedimiento para el que se usan un imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear una serie de imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo, como el cuello y el tórax. Se inyecta en una vena una sustancia que se llama gadolinio. El gadolinio se acumula alrededor de las células cancerosas y las hace aparecer más brillantes en la imagen. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
  • Radiografía del tórax: radiografía de los órganos y huesos del interior del tórax. Un rayo X es un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película que muestra una imagen de áreas del interior del cuerpo.
  • Biopsia por aspiración con aguja fina (AAF): extracción de tejido de la tiroides mediante una aguja fina. La aguja se introduce a través de la piel hasta la tiroides. Se extraen varias muestras de diferentes partes de la tiroides. Un patólogo observa las muestras de tejido al microscopio para detectar células cancerosas. Los pacientes deben exigir que las muestras de la biopsia las examine un patólogo con experiencia en el diagnóstico de cáncer de tiroides porque es difícil diagnosticar el tipo de cáncer de tiroides. A veces se hace una biopsia quirúrgica cuando no está claro si hay cáncer.
  • Biopsia quirúrgica: extracción de un nódulo tiroideo o un lóbulo de la tiroides durante una cirugía para que un patólogo observe las células y tejidos al microscopio y verifique si hay signos de cáncer. Los pacientes deben exigir que las muestras de la biopsia las examine un patólogo con experiencia en el diagnóstico de cáncer de tiroides porque es difícil diagnosticar el tipo de cáncer de tiroides.

Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación).

El pronóstico depende de los siguientes aspectos:

  • La edad del niño en el momento del diagnóstico.
  • El tipo de cáncer de tiroides.
  • El tamaño del cáncer.
  • Si el tumor se diseminó a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo en el momento del diagnóstico.
  • Si el cáncer se extirpó por completo mediante cirugía.
  • El estado general de salud del niño.

Estadios del cáncer de tiroides infantil

Después de que se extirpó el cáncer mediante cirugía, se hacen pruebas para determinar si quedan células cancerosas en el cuerpo.

Después de la cirugía, se hacen pruebas para evaluar si quedan células cancerosas y determinar si hace falta más tratamiento. Esto se llama estadificación posoperatoria.

Es posible que las siguientes pruebas y procedimientos se realicen alrededor de 12 semanas después de la cirugía:

  • Ecografía: procedimiento para el que se hacen rebotar ondas de sonido de alta energía (ultrasónicas) en los tejidos u órganos del cuello a fin de producir ecos. Los ecos forman una imagen de los tejidos del cuerpo que se llama ecograma. La imagen se puede imprimir para observar más tarde. Este procedimiento muestra el tamaño del nódulo tiroideo y permite saber si el nódulo es sólido o es un quiste lleno de líquido. A veces, la ecografía se usa para guiar una biopsia por aspiración con aguja fina. Antes de la cirugía, se realiza una ecografía completa del cuello.
  • Prueba de la tiroglobulina: examen que mide la cantidad de tiroglobulina en la sangre. La tiroglobulina es una proteína que elabora la glándula tiroidea. Las concentraciones de tiroglobulina son bajas o están ausentes cuando el funcionamiento de la tiroides es normal, pero pueden ser altas cuando hay un cáncer de tiroides u otras afecciones.
  • Gammagrafía tiroidea: se traga o se inyecta una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva. El material radiactivo se acumula en el tejido tiroideo o las células cancerosas que quedan después de la cirugía. Se usa yodo radiactivo porque solo las células de la tiroides absorben el yodo. Una cámara especial detecta la radiación que emite el tejido tiroideo o las células cancerosas; este procedimiento también se llama gammagrafía con yodo radiactivo o gammagrafía YRA.

El cáncer se disemina en el cuerpo de tres maneras.

El cáncer se puede diseminar a través del tejido, el sistema linfático y la sangre:

  • Tejido. El cáncer se disemina desde donde comenzó y se extiende hacia las áreas cercanas.
  • Sistema linfático. El cáncer se disemina desde donde comenzó y entra en el sistema linfático. El cáncer se desplaza a través de los vasos linfáticos a otras partes del cuerpo.
  • Sangre. El cáncer se disemina desde donde comenzó y entra en la sangre. El cáncer se desplaza a través de los vasos sanguíneos a otras partes del cuerpo.

Es posible que el cáncer se disemine desde donde comenzó hasta otras partes del cuerpo.

Cuando el cáncer se disemina a otra parte del cuerpo, se llama metástasis. Las células cancerosas se desprenden de donde se originaron (el tumor primario) y se desplazan a través del sistema linfático o la sangre.

  • Sistema linfático. El cáncer penetra el sistema linfático, se desplaza a través de los vasos linfáticos, y forma un tumor (tumor metastásico) en otra parte del cuerpo.
  • Sangre. El cáncer penetra la sangre, se desplaza a través de los vasos sanguíneos, y forma un tumor (tumor metastásico) en otra parte del cuerpo.

El tumor metastásico es el mismo tipo de cáncer que el tumor primario. Por ejemplo, si el cáncer de tiroides se disemina al pulmón, las células cancerosas en el pulmón son, en realidad, células cancerosas de tiroides. La enfermedad es cáncer de tiroides metastásico, no cáncer de pulmón.

A veces, el cáncer de tiroides continúa creciendo o vuelve después del tratamiento.

El cáncer de tiroides progresivo es cáncer que continúa creciendo, se disemina o empeora. La enfermedad progresiva a veces es un signo de que el cáncer se volvió resistente al tratamiento.

El cáncer de tiroides recidivante es cáncer que recidivó (volvió) después del tratamiento. Es posible que el cáncer vuelva a la tiroides o a otras partes del cuerpo.

Aspectos generales de las opciones de tratamiento

Hay diferentes tipos de tratamiento para los pacientes de cáncer de tiroides.

Algunos tratamientos son estándar (tratamiento que se usa en la actualidad) y algunos se están probando en ensayos clínicos. Un ensayo clínico de tratamiento es un estudio de investigación con el fin de ayudar a mejorar los tratamientos actuales u obtener información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer. A veces, cuando en los ensayos clínicos se demuestra que un tratamiento nuevo es mejor que el tratamiento estándar, el tratamiento nuevo se convierte en el tratamiento estándar.

Como el cáncer es poco frecuente en los niños, considere la participación en un ensayo clínico. En algunos ensayos clínicos solo se aceptan pacientes que no comenzaron el tratamiento.

El tratamiento de los niños con cáncer de tiroides lo debe planificar un equipo de médicos experto en el tratamiento del cáncer infantil.

El tratamiento será supervisado por un oncólogo pediatra, que es un médico especializado en el tratamiento de niños con cáncer. El oncólogo pediatra trabaja con otros profesionales de pediatría expertos en el tratamiento de niños con cáncer y que se especializan en ciertos campos de la medicina. Es posible que este grupo incluya a los siguientes especialistas:

  • Pediatra.
  • Cirujano pediatra.
  • Radioncólogo.
  • Patólogo.
  • Enfermero especializado en pediatría.
  • Asistente social.
  • Especialista en rehabilitación.
  • Psicólogo.
  • Especialista en vida infantil.

Se utilizan cuatro tipos de tratamiento estándar:

Cirugía

La cirugía es el tratamiento más común para el cáncer de tiroides. Se utiliza uno de los siguientes procedimientos:

  • Tiroidectomía total: extirpación de toda la tiroides. También es posible que se extirpen los ganglios linfáticos cercanos al cáncer para observarlos al microscopio y detectar signos de cáncer.
  • Tiroidectomía subtotal: extirpación de casi toda la tiroides, solo se deja una porción muy pequeña. También es posible que se extirpen los ganglios linfáticos cercanos al cáncer para observarlos al microscopio y detectar signos de cáncer.

En los niños por lo general se hace una tiroidectomía total.

Terapia con yodo radiactivo

El cáncer de tiroides folicular y el cáncer de tiroides papilar a veces se tratan con terapia con yodo radiactivo (YRA). En los niños, la terapia con YRA quizás se administre después de la cirugía para destruir cualquier célula de cáncer de tiroides que no se extirpó, o también se usa para los niños que tienen un tumor que no se puede extirpar con cirugía. El YRA se toma por la boca y se acumula en el tejido tiroideo que queda, incluso en las células de cáncer de tiroides que se diseminaron a otras partes del cuerpo. El YRA destruye el tejido de la tiroides y las células de cáncer de tiroides sin dañar otros tejidos porque solo la tiroides absorbe yodo. Antes de administrar una dosis completa de tratamiento con YRA, se prueba una dosis baja para determinar si el tumor absorbe yodo.

Terapia dirigida

La terapia dirigida es un tipo de tratamiento para el que se utilizan medicamentos u otras sustancias a fin de identificar y atacar células cancerosas específicas. Las terapias dirigidas por lo general causan menos daño a las células normales que la quimioterapia o la radioterapia.

La terapia con un inhibidor de tirosina–cinasas (ITC) es un tipo de terapia dirigida que bloquea las señales que los tumores necesitan para crecer. El larotrectinib y el entrectinib son ITC que se usan para tratar a niños con cáncer de tiroides papilar y folicular progresivo o recidivante. El vandetanib es un ITC que se usa para tratar a niños con cáncer de tiroides medular en estadio avanzado. El selpercatinib es un ITC que se usa para tratar a niños con cáncer de tiroides avanzado o metastásico.

La terapia dirigida está en estudio para el tratamiento del cáncer de tiroides infantil que recidivó (volvió).

Terapia de reemplazo hormonal

Las hormonas son sustancias elaboradas por las glándulas del cuerpo que circulan por el torrente sanguíneo. Después del tratamiento del cáncer de tiroides, la glándula tiroidea no es capaz de producir suficiente hormona tiroidea. A los pacientes se les administran comprimidos de reemplazo hormonal durante el resto de la vida.

Se están probando nuevos tipos de tratamiento en ensayos clínicos.

La información sobre ensayos clínicos está disponible en el portal de Internet del NCI.

A veces, el tratamiento para el cáncer de tiroides causa efectos secundarios.

Para obtener más información sobre los efectos secundarios que comienzan durante el tratamiento para el cáncer, consulte nuestra página sobre efectos secundarios.

Los efectos secundarios del tratamiento del cáncer que empiezan después del mismo y continúan durante meses o años se llaman efectos tardíos. Los efectos tardíos del tratamiento del cáncer de tiroides infantil son los siguientes:

  • Problemas físicos, tales como cambios en las glándulas salivales, infección o dificultad para respirar.
  • Cambios en el estado de ánimo, los sentimientos, el pensamiento, el aprendizaje o la memoria.
  • Segundos cánceres (nuevos tipos de cáncer).

Algunos efectos tardíos se pueden tratar o controlar. Es importante hablar con los médicos sobre los posibles efectos tardíos que pueden causar algunos tratamientos en su niño. (Para obtener más información, consulte el resumen del PDQ Efectos tardíos del tratamiento anticanceroso en la niñez).

Los pacientes podrían considerar la participación en un ensayo clínico.

Para algunos pacientes, la mejor elección de tratamiento podría ser un ensayo clínico. Los ensayos clínicos son parte del proceso de investigación del cáncer. Los ensayos clínicos se llevan a cabo para saber si los tratamientos nuevos para el cáncer son inocuos (seguros) y eficaces, o mejores que el tratamiento estándar.

Muchos de los tratamientos estándar actuales se basan en ensayos clínicos anteriores. Los pacientes que participan en un ensayo clínico reciben el tratamiento estándar o son de los primeros en recibir el tratamiento nuevo.

Los pacientes que participan en los ensayos clínicos también ayudan a mejorar la forma en que se tratará el cáncer en el futuro. Aunque los ensayos clínicos no siempre llevan a tratamientos eficaces, a menudo responden a preguntas importantes y ayudan a avanzar en la investigación.

Los pacientes pueden ingresar en los ensayos clínicos antes, durante o después de comenzar su tratamiento para el cáncer.

En algunos ensayos clínicos solo se aceptan a pacientes que aún no recibieron tratamiento. En otros ensayos se prueban terapias en pacientes de cáncer que no mejoraron. También hay ensayos clínicos en los que se prueban formas nuevas de impedir que el cáncer recidive (vuelva) o de disminuir los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.

Los ensayos clínicos se realizan en muchas partes del país. La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en la página de Internet clinical trials search. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consulte el portal de Internet ClinicalTrials.gov.

A veces, se necesitan pruebas de seguimiento.

Es común que el cáncer de tiroides recidive (vuelva), en especial, en los niños menores de 10 años y aquellos con cáncer en los ganglios linfáticos. Es posible que se hagan ecografías, exploraciones y pruebas de tiroglobulina cada tanto para determinar si el cáncer recidivó. Es necesario realizar un seguimiento de las concentraciones de la hormona tiroidea en la sangre durante toda la vida para asegurar que se administra la cantidad apropiada de terapia de reemplazo hormonal (TRH). Consulte con el médico de su niño para saber con qué frecuencia necesita estas pruebas.

Tratamiento del cáncer de tiroides papilar y folicular infantil

Para obtener información de los tratamientos que se mencionan a continuación, consulte la sección sobre Aspectos generales de las opciones de tratamiento.

El tratamiento del carcinoma de tiroides papilar y el carcinoma de tiroides folicular recién diagnosticados en los niños incluye las siguientes opciones:

  • Cirugía para extirpar toda o casi toda la glándula tiroidea y a veces los ganglios linfáticos cercanos a la glándula tiroidea. Terapia con yodo radiactivo si quedan células de cáncer de tiroides después de la cirugía. Se administra terapia de reemplazo hormonal (TRH) para compensar la pérdida de la hormona tiroidea.

    En el término de 12 semanas desde la cirugía, se realizan pruebas para averiguar si queda cáncer de tiroides en el cuerpo. Es posible que esto incluya pruebas de tiroglobulina y una gammagrafía tiroidea. Se realiza una gammagrafía tiroidea para encontrar las áreas del cuerpo donde hayan quedado células de cáncer de tiroides que la cirugía no extirpó y que quizás se estén multiplicando rápido. Se usa yodo radiactivo porque solo las células de la tiroides absorben el yodo. Se ingiere una cantidad muy pequeña de yodo radiactivo, que se desplaza por la sangre y se acumula en el tejido tiroideo y las células tiroideas cancerosas de cualquier lugar del cuerpo. Si queda cáncer de tiroides, se administra una dosis grande de yodo radiactivo para destruir las células de cáncer de tiroides que queden. En ocasiones, se realiza una tomografía computarizada por emisión de fotón único (TCEFU) 4 a 7 días después del tratamiento para determinar si se destruyeron todas las células cancerosas.

  • Es posible que se administre solo terapia con yodo radiactivo para los niños que tienen un tumor que no se puede extirpar con cirugía. Se administra terapia de reemplazo hormonal (TRH) para compensar la pérdida de la hormona tiroidea.

Para obtener más información, consulte el resumen del PDQ Tratamiento de los síndromes de neoplasia endocrina múltiple infantiles.

Realice una búsqueda en inglés de ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que aceptan pacientes en este momento. Busque por tipo de cáncer, edad del paciente y lugar del ensayo. Consulte también información general sobre los ensayos clínicos.

Tratamiento del cáncer de tiroides medular infantil

Para obtener información de los tratamientos que se mencionan a continuación, consulte la sección sobre Aspectos generales de las opciones de tratamiento.

El tratamiento del carcinoma de tiroides medular recién diagnosticado en los niños incluye las siguientes opciones:

  • Cirugía para extirpar el cáncer.
  • Terapia dirigida con un inhibidor de tirosina–cinasas (vandetanib o selpercatinib) para el cáncer avanzado o que se diseminó a otras partes del cuerpo.

Realice una búsqueda en inglés de ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que aceptan pacientes en este momento. Busque por tipo de cáncer, edad del paciente y lugar del ensayo. Consulte también información general sobre los ensayos clínicos.

Tratamiento del cáncer de tiroides infantil progresivo o recidivante

Para obtener información de los tratamientos que se mencionan a continuación, consulte la sección sobre Aspectos generales de las opciones de tratamiento.

El tratamiento del carcinoma de tiroides papilar y folicular progresivo o recidivante en los niños incluye las siguientes opciones:

  • Terapia con yodo radiactivo (YRA).
  • Terapia dirigida con un inhibidor de tirosina–cinasas (larotrectinib, entrectinib o selpercatinib).
  • Participación en un ensayo clínico en el que se examine una muestra del tumor del paciente para verificar si tiene determinados cambios en los genes. El tipo de terapia dirigida que se administrará al paciente depende del tipo de cambio en el gen.
  • Participación en un ensayo clínico de terapia con un inhibidor de tirosina–cinasas (vemurafenib o selpercatinib).

El tratamiento del carcinoma de tiroides medular progresivo o recidivante en los niños incluye las siguientes opciones:

  • Participación en un ensayo clínico en el que se examine una muestra del tumor del paciente para verificar si hay ciertos cambios en los genes. El tipo de terapia dirigida que se administrará al paciente depende del tipo de cambio en el gen.
  • Participación en un ensayo clínico de terapia con un inhibidor de tirosina–cinasas (selpercatinib).

Realice una búsqueda en inglés de ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que aceptan pacientes en este momento. Busque por tipo de cáncer, edad del paciente y lugar del ensayo. Consulte también información general sobre los ensayos clínicos.

Información adicional sobre el cáncer de tiroides

Para obtener más información del Instituto Nacional del Cáncer sobre el cáncer de tiroides, consulte los siguientes enlaces:

  • Página principal sobre el cáncer de tiroides
  • Terapias dirigidas contra el cáncer
  • Pruebas genéticas para síndromes hereditarios de cáncer
  • Exploraciones con tomografía computarizada (TC) para el cáncer

La información que se presenta a continuación solo está disponible en inglés:

  • MyPART - My Pediatric and Adult Rare Tumor Network (MyPART - Red de información sobre tumores poco comunes en niños y adultos)

Para obtener más información sobre el cáncer en la niñez y otros recursos generales sobre el cáncer, consulte los siguientes enlaces:

  • El cáncer
  • Adolescentes y adultos jóvenes con cáncer
  • Cánceres infantiles
  • El cáncer en los niños y adolescentes
  • Cómo hacer frente al cáncer
  • Efectos tardíos del tratamiento anticanceroso en la niñez
  • Estadificación del cáncer
  • Preguntas para el médico sobre el cáncer

La información que se presenta a continuación solo está disponible en inglés:

  • CureSearch for Children's Cancer (CureSearch para el cáncer infantil)
  • Children with Cancer: A Guide for Parents (Niños con cáncer: manual para padres)
  • For Survivors and Caregivers (Información para sobrevivientes de cáncer y las personas que los cuidan)

Información sobre este sumario del PDQ

Información sobre el PDQ

El Physician Data Query (PDQ) es la base de datos integral del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) que contiene resúmenes de la última información publicada sobre los siguientes temas relacionados con el cáncer: prevención, detección, genética, tratamiento, cuidados médicos de apoyo, y medicina complementaria y alternativa. Se publican dos versiones de la mayoría de los resúmenes. La versión dirigida a profesionales de la salud se redacta en lenguaje técnico y contiene información detallada, mientras que la versión dirigida a pacientes se redacta en un lenguaje fácil de comprender, que no es técnico. Ambas versiones contienen información correcta y actualizada sobre el cáncer. Los resúmenes se escriben en inglés y en la mayoría de los casos se cuenta con una traducción al español.

El PDQ es un servicio del NCI, que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH). Los NIH son el centro de investigación biomédica del Gobierno federal. Los resúmenes del PDQ se basan en un análisis independiente de las publicaciones médicas. No constituyen declaraciones de la política del NCI ni de los NIH.

Propósito de este resumen

Este resumen del PDQ sobre el cáncer contiene información actualizada sobre el tratamiento del cáncer de tiroides infantil. El propósito es informar y ayudar a los pacientes, sus familiares y cuidadores. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para la toma de decisiones relacionadas con la atención de la salud.

Revisores y actualizaciones

Los consejos editoriales redactan y actualizan los resúmenes de información sobre el cáncer del PDQ. Estos consejos los conforman equipos de especialistas en el tratamiento del cáncer y otras especialidades relacionadas con esta enfermedad. Los resúmenes se revisan de manera periódica y se modifican con información nueva. La fecha de actualización al pie de cada resumen indica cuándo se hizo el cambio más reciente.

La información en este resumen para pacientes proviene de la versión para profesionales de la salud, que el Consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento pediátrico revisa de manera periódica y actualiza en caso necesario.

Información sobre ensayos clínicos

Un ensayo clínico es un estudio para responder a una pregunta científica; por ejemplo, si un tratamiento es mejor que otro. Los ensayos se basan en estudios anteriores y en lo que se aprendió en el laboratorio. Cada ensayo responde a ciertas preguntas científicas con el fin de encontrar formas nuevas y mejores de ayudar a los pacientes con cáncer. Durante los ensayos clínicos de tratamiento, se recopila información sobre los efectos de un tratamiento nuevo y su eficacia. Si un ensayo clínico indica que un tratamiento nuevo es mejor que el tratamiento estándar, el tratamiento nuevo quizás se convierta en el "estándar". Los pacientes pueden considerar la participación en un ensayo clínico. Algunos ensayos clínicos solo aceptan a pacientes que aún no comenzaron un tratamiento.

Para obtener más información sobre ensayos clínicos, consulte el portal de Internet del NCI. También puede llamar al número de contacto del NCI 1-800-422-6237 (1-800-4-CANCER), escribir un correo electrónico o usar el chat del Servicio de Información de Cáncer.

Permisos para el uso de este resumen

PDQ (Physician Data Query) es una marca registrada. Se autoriza el uso del texto de los documentos del PDQ; sin embargo, no se podrá identificar como un resumen de información sobre cáncer del PDQ del NCI, salvo que el resumen se reproduzca en su totalidad y se actualice de manera periódica. Por otra parte, se permitirá que un autor escriba una oración como "En el resumen del PDQ del NCI de información sobre la prevención del cáncer de mama se describen, de manera concisa, los siguientes riesgos: [incluir fragmento del resumen]".

Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este resumen del PDQ de la siguiente forma:

PDQ® sobre el tratamiento pediátrico. PDQ Tratamiento del cáncer de tiroides infantil. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/tiroides/paciente/tratamiento-tiroides-infantil-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.

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Última revisión: 2023-09-14


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