Tener un plan puede ayudarle a afrontar sus emociones sin usar la comida. Lo importante es usted y lo que le funciona mejor a usted. Estas son algunas cosas que puede probar.
- Lleve un diario de alimentación.
Esto puede ayudarle a descubrir lo que le hace comer por motivos emocionales. Anote cuándo come y lo que come. Anote también lo que estaba haciendo y cómo se sentía antes de empezar a comer.
- Use una escala del hambre.
Una escala del hambre puede ayudarle a diferenciar entre el hambre verdadera y el hambre que solo está en su cabeza (hambre psicológica). Cuando comience a sentir que tiene ganas de comer, califique su hambre en una escala del 1 al 10. El número 1 significa que está realmente hambriento. Y 10 equivale a que está tan lleno que se siente mal. Una calificación de 5 o 6 significa que está cómodo. No tiene ni demasiada hambre ni está demasiado lleno.
- Cambie su respuesta a los desencadenantes.
Planifique lo que hará cuando note las cosas que le hacen comer por motivos emocionales. En lugar de echar mano de la comida, tal vez podría llamar a un amigo, dar un paseo o beber un vaso de agua. Después, podría observar cómo se siente.
