Trastorno del procesamiento sensorial

Conceptos básicos de la afección

¿Qué es el trastorno del procesamiento sensorial?

Los niños con trastorno del procesamiento sensorial tienen problemas para procesar la información de los sentidos. Esto les dificulta responder a esa información de la manera correcta. Los sentidos incluyen el tacto, el movimiento, el olfato, el gusto, la vista y el oído. En la mayoría de los casos, estos niños tienen uno o más sentidos que reaccionan demasiado o demasiado poco a la estimulación. Este trastorno puede causar problemas con el desarrollo y el comportamiento de un niño.

Los niños con trastorno del espectro autista, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y otras discapacidades del desarrollo a menudo tienen un trastorno del procesamiento sensorial. Pero este trastorno también puede estar asociado con otras afecciones. Estas pueden incluir nacimiento prematuro, lesión cerebral y trastornos del aprendizaje.

¿Cuál es la causa?

Se desconoce la causa exacta del trastorno del procesamiento sensorial. Se ve con mayor frecuencia en personas con trastorno del espectro autista (TEA) y otras discapacidades del desarrollo. La mayoría de las investigaciones sugieren que las personas con TEA tienen una función cerebral irregular. Se necesitan más estudios para encontrar la causa de estas irregularidades. Pero la investigación actual muestra que pueden heredarse.

¿Cuáles son los síntomas?

Los niños con trastorno del procesamiento sensorial no pueden procesar correctamente la estimulación sensorial del mundo exterior. Su hijo puede:

  • Estar en constante movimiento o fatigarse fácilmente o alternar entre ambos.
  • Apartarse cuando le tocan.
  • Negarse a comer ciertos alimentos debido a cómo se sienten los alimentos cuando se mastican.
  • Ser hipersensible a los olores.
  • Ser hipersensible a ciertas telas y solo usar ropa que sea suave o que le resulte agradable.
  • Detestar ensuciarse las manos.
  • Estar incómodo con algunos movimientos, como columpiarse, deslizarse o bajar rampas u otras pendientes. Es posible que su hijo tenga problemas para aprender a escalar, bajar las escaleras o usar una escalera mecánica.
  • Tener problemas para calmarse después de hacer ejercicio o enojarse.
  • Saltar, columpiarse y girar en exceso.
  • Parecer torpe, tropezar con facilidad o tener poco equilibrio.
  • Tener una postura extraña.
  • Tener dificultad para manejar objetos pequeños, como botones o corchetes.
  • Ser hipersensible al sonido. Las aspiradoras, cortadoras de césped, secadores de cabello, sopladores de hojas o sirenas pueden ser molestos.
  • Tener falta de creatividad y variedad en el juego. Por ejemplo, su hijo puede jugar con los mismos juguetes de la misma manera una y otra vez o preferir solo mirar la televisión o videos.

¿Cómo se diagnostica?

La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) recomienda que los niños que muestren señales de un problema sensorial sean examinados para detectar otras afecciones, como el trastorno del espectro autista o un trastorno de ansiedad. Un médico que tenga capacitación especial para atender a niños con problemas de desarrollo y comportamiento o un profesional de la salud mental puede verificar estas condiciones. Su hijo también puede ver a un terapeuta ocupacional. El terapeuta ocupacional observará cómo su hijo se pone de pie y se equilibra, la coordinación y los movimientos de los ojos de su hijo, y cómo responde su hijo a la estimulación.

¿Cómo se trata el trastorno del procesamiento sensorial?

La terapia de integración sensorial, generalmente realizada por un terapeuta ocupacional o fisioterapeuta, a menudo se recomienda para niños que tienen un trastorno del procesamiento sensorial. Se centra en actividades que desafían al niño con información sensorial. Luego, el terapeuta ayuda al niño a responder adecuadamente a este estímulo sensorial.

La terapia puede incluir la aplicación de una presión táctil profunda en la piel de un niño con el objetivo de permitir que el niño se acostumbre y procese el contacto. Además, juegos como tira y afloja o con objetos pesados, como un balón medicinal, pueden ayudar a aumentar la conciencia del niño sobre su propio cuerpo en el espacio y cómo se relaciona con otras personas.

Aunque no se ha estudiado ampliamente, muchos terapeutas han descubierto que la terapia de integración sensorial mejora las conductas problemáticas.

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Créditos

Revisado: 28 febrero, 2023

Autor: El personal de Healthwise
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