Infecciones del oído
Conceptos básicos de la afección
¿Qué es una infección de oído (otitis media)?
Una infección de oído es una infección del oído medio, la zona detrás del tímpano. Esta infección se llama otitis media. La zona puede infectarse cuando los microbios de la nariz y la garganta quedan atrapados ahí. Las infecciones de oído ocurren principalmente en niños pequeños. Son el tipo más común de infección de oído en los niños.
¿Cuál es la causa?
Las infecciones del oído medio son causadas por bacterias y virus. Un pequeño tubo (la trompa de Eustaquio) conecta el oído con la garganta. Un resfriado puede hacer que este tubo se hinche, bloqueándolo y atrapando líquido dentro del oído. Esto lo convierte en un lugar perfecto para que se multipliquen los microbios y causen una infección.
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma principal es el dolor de oído. Puede ser leve o doler mucho. Los bebés y los niños pequeños pueden estar irritables. Pueden tirarse de las orejas y llorar. Pueden tener problemas para dormir. También pueden tener fiebre.
¿Cómo se diagnostican?
El médico le preguntará acerca de los síntomas. Después, el médico le examinará los oídos. Una herramienta especial con luz permite al médico ver si el tímpano está infectado y si hay líquido detrás. Este examen raramente causa molestias. Es posible que haya pruebas, como pruebas de audición.
¿Cómo se tratan las infecciones de oído?
La mayoría de las infecciones de oído desaparecen por sí solas. Las puede tratar en el hogar con un analgésico de venta libre como acetaminofén (como Tylenol), un paño tibio en el oído y descanso. El médico le puede dar gotas para el oído que pueden aliviar el dolor.
No le dé aspirina a ninguna persona menor de 20 años.
El médico le puede recetar antibióticos. Se recomiendan los antibióticos para niños menores de 6 meses y para niños con un alto riesgo de complicaciones. Pero las infecciones de oído a menudo mejoran sin ellos. Consulte a su médico. El uso de los antibióticos dependerá de la gravedad de la infección. Para los niños, también dependerá de la edad del niño.
Es posible que los niños necesiten una visita de seguimiento en unas cuatro semanas, incluso si se sienten bien. Los adultos pueden necesitar una si los síntomas empeoran.
Una cirugía menor para colocar tubos en los oídos puede ayudar con infecciones recurrentes o problemas de audición.
¿Cómo puede prevenirlas en los niños?
Hay muchas formas de ayudar a prevenir las infecciones de oído. Por ejemplo, no fume cerca de los niños. Anímeles a que se laven las manos. Asegúrese de que su hijo no se duerma mientras toma el biberón. Y vacune a su hijo.
Herramientas de salud
Las Herramientas de salud le permiten tomar decisiones acertadas sobre salud o tomar medidas para mejorar su salud.
Causa
Las infecciones del oído medio son causadas por bacterias y virus. Las bacterias causan muchas infecciones de oído.
La hinchazón a causa de una alergia o una infección de la nariz, los senos paranasales o la garganta puede obstruir las trompas de Eustaquio, que conectan el oído medio con la garganta. Debido a la obstrucción en la trompa, el aire no puede llegar al oído medio. Esto crea un vacío y succión, lo cual lleva líquido y microbios de la nariz y la garganta hacia el oído medio. La hinchazón en la trompa impide que este líquido se drene. El líquido es un lugar perfecto para que las bacterias y los virus se conviertan en una infección de oído.
La inflamación y la acumulación de líquido pueden producirse sin infección y causar una sensación de congestión en los oídos. Esto se conoce como otitis media exudativa.
Lo que aumenta su riesgo
Algunas cosas que aumentan el riesgo de que su hijo tenga una infección del oído medio están fuera de su control. Estas incluyen:
- Tener menos de 3 años.
- Anomalías congénitas u otras afecciones médicas, como fisura palatina o síndrome de Down.
- Un sistema inmunitario debilitado.
- Antecedentes familiares de infecciones de oído.
- Alergias que causan congestión nasal a largo plazo, la cual puede bloquear una o las dos trompas de Eustaquio.
- Resfriados recurrentes e infecciones de las vías respiratorias altas.
Otras cosas pueden aumentar el riesgo de que su hijo tenga una infección de oído. Incluyen las siguientes:
- Estar expuesto al humo del tabaco.
- Tomar biberón.
- Usar chupete (chupón).
Las cosas que aumentan el riesgo de infecciones de oído recurrentes incluyen:
- Estar en una guardería con muchos niños.
- Tener la primera infección de oído antes de los 6 meses de edad.
- Tener líquido persistente detrás del tímpano.
- Tener una infección de oído en los últimos 3 meses, especialmente si fue tratada con antibióticos.
Prevención
Estas son algunas cosas que pueden ayudar a prevenir infecciones del oído.
- No fume.
Las infecciones del oído son más comunes en los niños que están expuestos a humo de cigarrillo en el hogar. Incluso las emanaciones de humo de tabaco en el cabello y la ropa pueden afectar al niño.
- Amamante a su bebé.
Hay algo de evidencia de que amamantar ayuda a reducir el riesgo de infecciones del oído, especialmente si son comunes en su familia. Si lo alimenta con biberón, no deje que su bebé tome el biberón mientras está acostado.
- Lávese las manos con frecuencia.
Lavarse las manos impide que se propague la infección al eliminar los microbios.
- Asegúrese de que su hijo reciba todas las vacunas recomendadas.
- Lleve a su hijo a una guardería más pequeña.
Menos niños significa menos contacto con bacterias y virus. Trate de limitar el uso del cuidado infantil en grupo, donde los microbios se pueden propagar fácilmente.
- No le dé el chupete (chupón) a su bebé.
Trate de hacer que su hijo deje de usar gradualmente el chupete antes de los 6 meses de edad. Los bebés que usan chupete después de los 12 meses de edad tienen más probabilidades de tener infecciones del oído.
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Síntomas
El síntoma principal es el dolor de oído. Puede ser leve o puede doler mucho. Puede haber fiebre. Los bebés y los niños pequeños pueden estar irritables. Pueden tirarse de las orejas y llorar. Pueden tener problemas para dormir.
Los síntomas de una infección del oído medio suelen comenzar entre 2 y 7 días después del inicio de un resfriado u otra infección de las vías respiratorias altas. Algunas personas no presentan síntomas.
Si el tímpano se rompe, es posible que vea un líquido espeso y amarillo que sale de los oídos. Esto suele hacer que el dolor desaparezca. Por lo general, el tímpano se cura por sí solo.
Cuando el líquido se acumula pero no se infecta, es posible que los oídos simplemente se sientan taponados. Esto puede afectar la audición, pero esta suele volver a la normalidad una vez que el líquido ha desaparecido. Pueden pasar semanas hasta que el líquido se drene.
Qué ocurre
Las infecciones del oído medio, por lo general, se producen junto con una infección de las vías respiratorias altas, como un resfriado. El líquido se acumula en el oído medio. Las bacterias o virus pueden multiplicarse en esta acumulación y convertirse en una infección de oído.
El líquido presiona contra el tímpano, provocando dolor. Puede causar problemas de audición. La fiebre suele durar unos días. El dolor puede durar unas horas, pero los niños pequeños pueden tener dolor por más de una semana.
En casos graves, demasiado líquido puede aumentar la presión sobre el tímpano hasta que se perfora y el líquido se drena. Cuando esto ocurre, la fiebre y el dolor generalmente desaparecen, la infección desaparece y el tímpano se cura.
A menudo, las personas todavía tienen algo de líquido detrás del tímpano unas semanas después de que desaparezca la infección. El líquido puede tardar de semanas a meses en desaparecer.
Las complicaciones, como una infección de oído con secreción crónica, pueden ocurrir con infecciones de oído recurrentes.
Complicaciones
Las complicaciones de las infecciones del oído son raras. Pero algunos problemas que pueden ocurrir incluyen:
- Dificultades para oír. Los problemas auditivos suelen ser temporales y de leves a moderados. La pérdida auditiva de larga duración es poco común. Pero algunos niños pueden tener problemas para aprender a hablar y comprender lo que dicen los demás si tienen infecciones del oído en forma reiterada.
- Perforación del tímpano. Si se continúa acumulando líquido en el oído medio, el tímpano puede estallar. Esto deja un pequeño agujero que suele sanar en 2 semanas.
Otra complicación es una inflamación crónica del oído medio. El principal síntoma es secreción repetida o continua de pus del oído a través de un pequeño agujero en el tímpano. Muchos niños con este problema experimentan algo de pérdida auditiva.
Pueden producirse otras complicaciones si hay infecciones del oído reiteradas:
- Crecimiento de tejido detrás del tímpano.
- Daño a los huesecillos del oído medio.
Las complicaciones poco comunes incluyen la mastoiditis y la meningitis.
Cuándo llamar a un médico
Llame a su médico ahora mismo si:
- Su hijo tiene pérdida repentina de la audición, dolor intenso o mareos.
- Su hijo parece estar muy enfermo y tiene síntomas, como fiebre alta y rigidez en el cuello.
- Nota enrojecimiento, hinchazón o dolor detrás o alrededor del oído de su hijo, especialmente si su hijo no mueve los músculos de ese lado de la cara.
Llame a su médico si:
- Ha utilizado el tratamiento en el hogar durante varias horas y no puede calmar a un hijo que tiene dolor de oído intenso.
- Su bebé se frota o tira de la oreja y parece sentir dolor (llora, grita).
- El dolor de oído de su hijo empeora incluso con tratamiento.
- Su hijo tiene fiebre con otras señales de una infección de oído.
- Sospecha que el tímpano de su hijo se ha perforado, o un líquido que parece pus o sangre drena del oído.
- Su hijo tiene un objeto atorado en el oído.
- Su hijo, que tiene una infección del oído, continúa teniendo síntomas (fiebre y dolor) después de 48 horas de tratamiento con un antibiótico.
- A su hijo que tiene un tubo de drenaje le duele o le sale secreción del oído.
Espera vigilante
La conducta expectante es un enfoque de esperar y ver qué sucede. Su médico podría recomendársela si su hijo tiene 6 meses o más, tiene dolor de oído leve y por lo demás está sano. La mayor parte de las infecciones de oído mejoran sin antibióticos. Pero si el dolor de su hijo no mejora con analgésicos infantiles de venta libre (como acetaminofén) o los síntomas continúan después de 48 horas, llame a un médico.
Exámenes y pruebas
Un médico diagnostica una infección del oído medio haciendo un examen físico y un examen del oído y preguntándole sobre sus antecedentes de salud.
El médico usa un instrumento que se llama otoscopio neumático para examinar el tímpano y ver si hay señales de una infección de oído o una acumulación de líquido. Por ejemplo, el médico puede ver si el tímpano se mueve libremente cuando el otoscopio sopla aire dentro del oído. Este examen raramente causa molestias.
Otras pruebas pueden incluir:
- Pruebas de audición. Estas pruebas se recomiendan para niños que tienen líquido en uno o ambos oídos por 3 meses o si se sospecha sordera parcial.
- Timpanometría. Mide cómo responde el tímpano a un cambio en la presión del aire dentro del oído.
- Timpanocentesis. Con esta prueba se puede extraer líquido si se ha estancado detrás del tímpano (otitis media crónica con derrame) o si continúa la infección incluso con antibióticos.
- Análisis de sangre. Estos se hacen si hay señales de problemas inmunitarios.
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Generalidades del tratamiento
La mayoría de las infecciones de oído desaparecen por sí solas. Pero se recomiendan los antibióticos para niños menores de 6 meses y para niños con un alto riesgo de complicaciones.
Puede tratar a su hijo en el hogar con un analgésico de venta libre como acetaminofén (como Tylenol), un paño tibio en el oído y descanso. El médico le puede dar gotas para el oído que pueden aliviar el dolor de su hijo.
No le dé aspirina a ninguna persona menor de 20 años.
El médico puede darle antibióticos a su hijo, pero las infecciones de oído suelen mejorar sin ellos. Hable sobre esto con el médico. El uso de los antibióticos dependerá de la edad de su hijo y de la gravedad de la infección. El médico también puede recetarlos para evitar que se infecte el líquido del oído.
Si su hijo tiene implantes cocleares, el médico probablemente recetará antibióticos. Esto es porque las complicaciones graves de las infecciones de oído, incluyendo la meningitis bacteriana, son más comunes en niños que tienen implantes cocleares que en niños que no tienen implantes cocleares.
Los exámenes de seguimiento con un médico son importantes. El médico verificará si hay una infección persistente, líquido detrás del tímpano (otitis media exudativa) o infecciones recurrentes. Incluso si su hijo parece estar bien, es posible que él o ella necesite una visita de seguimiento en unas 4 semanas, sobre todo si su hijo es joven.
Acumulación de líquido y cirugía
Los médicos pueden considerar cirugía para los niños que tienen infecciones de oído recurrentes o para aquellos que siguen acumulando líquido detrás del tímpano. Los procedimientos incluyen introducir tubos en el oído o extraer las adenoides y, en raros casos, las amígdalas.
Es normal tener líquido detrás del tímpano tras una infección de oído. Y, en la mayoría de los niños, el líquido desaparece en 3 meses sin tratamiento. Si su hijo tiene acumulación de líquido sin infección, podría probar la espera vigilante.
Hágale una prueba de audición a su hijo si el líquido dura más de 3 meses. Si la audición es normal, puede optar por seguir observando a su hijo sin tratamiento.
Si un niño tiene líquido detrás del tímpano por más de 3 meses y tiene problemas de audición significativos, entonces se necesita tratamiento. A veces se produce una pérdida de audición a corto plazo. Esto es especialmente preocupante en niños menores de 2 años. La audición normal es muy importante cuando los niños pequeños están aprendiendo a hablar.
Si su hijo es menor de 2 años, es posible que el médico no quiera esperar 3 meses para comenzar un tratamiento. Los problemas de audición a esta edad podrían afectar la capacidad del habla de su hijo. Esta es también la razón por la que se vigila de cerca a los niños de este grupo de edad cuando tienen infecciones de oído.
Infecciones de oído recurrentes
Si un niño tiene infecciones de oído recurrentes (tres o más infecciones de oído en un período de 6 meses o cuatro en 1 año), tal vez desee pensar en un tratamiento para prevenir futuras infecciones.
Una opción que ha sido muy usada en el pasado es el tratamiento con antibióticos orales a largo plazo. Existe un debate dentro de la comunidad médica sobre el uso de antibióticos a largo plazo para prevenir las infecciones de oído. Muchos médicos no quieren recetar antibióticos a largo plazo porque no están seguros de su eficacia. Y cuando los antibióticos se usan con demasiada frecuencia, las bacterias pueden volverse resistentes a ellos.
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Cuidado personal
Cómo cuidar de su bebé
- Dele a su hijo acetaminofén (Tylenol) o ibuprofeno (Advil, Motrin) para la fiebre, el dolor o la irritabilidad. No use ibuprofeno si su hijo tiene menos de 6 meses de edad a menos que el médico le haya dado instrucciones de uso. Sea prudente con los medicamentos. Para niños de 6 meses y mayores, lea y siga todas las instrucciones de la etiqueta.
- Si el médico le recetó antibióticos a su hijo, déselos según las indicaciones. No deje de dárselos solo porque su hijo se sienta mejor. Su hijo debe tomar todos los antibióticos hasta terminarlos.
- Colóquele a su hijo una toallita tibia sobre la oreja para aliviar el dolor.
- Trate de que su hijo descanse. Descansar ayudará al cuerpo a combatir la infección.
Cómo cuidar de su hijo
- Dele a su hijo acetaminofén (Tylenol) o ibuprofeno (Advil, Motrin) para la fiebre, el dolor o la irritabilidad. Sea prudente con los medicamentos. Lea y siga todas las instrucciones de la etiqueta. No le dé aspirina a ninguna persona menor de 20 años. Ha sido relacionada con el síndrome de Reye, una enfermedad grave.
- Si el médico le recetó antibióticos a su hijo, déselos según las indicaciones. No deje de usarlos solo porque su hijo se sienta mejor. Es necesario que su hijo tome todos los antibióticos hasta terminarlos.
- Coloque un paño tibio sobre la oreja de su hijo para aliviar el dolor.
- Aliente a su hijo a que descanse. El descanso ayudará al cuerpo a combatir la infección. Planee actividades tranquilas.
Cómo cuidar de sí mismo
- Tome los analgésicos exactamente según las indicaciones.
- Si el médico le recetó un analgésico, tómelo según las indicaciones.
- Si no está tomando un analgésico recetado, tome uno de venta libre, como acetaminofén (Tylenol), ibuprofeno (Advil, Motrin) o naproxeno (Aleve). Lea y siga todas las instrucciones de la etiqueta.
- No tome dos o más analgésicos al mismo tiempo a menos que el médico se lo haya indicado. Muchos analgésicos contienen acetaminofén, es decir, Tylenol. El exceso de acetaminofén (Tylenol) puede ser dañino.
- Planee tomarse una dosis completa de analgésico antes de acostarse. Dormir lo suficiente le ayudará a sentirse mejor.
- Pruebe con una toallita tibia húmeda en el oído. Tal vez le ayude a aliviar el dolor.
- Si su médico le recetó antibióticos, tómelos según las indicaciones. No deje de tomarlos por el hecho de sentirse mejor. Debe tomar todos los antibióticos hasta terminarlos.
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Medicamentos
Los antibióticos pueden tratar las infecciones de oído causadas por bacterias. Pero la mayoría de los niños con infecciones de oído mejoran sin ellos.
El médico probablemente le dará antibióticos si: nota 1
- Su hijo tiene una infección de oído y parece estar muy enfermo.
- Su hijo es menor de 2 años y tiene una infección en ambos oídos o tiene más que un dolor leve o fiebre.
- Su hijo está en riesgo de tener complicaciones por la infección, como problemas de audición.
Otros medicamentos
Otros medicamentos que pueden tratar los síntomas de una infección de oído incluyen:
- El acetaminofén (por ejemplo, Tylenol) y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (por ejemplo, Advil, Aleve y Motrin). Estos se pueden usar para el dolor y la fiebre.
- Ciertas gotas para el oído. Pueden ayudar con fuertes dolores de oído. Pero no las use si el tímpano está perforado.
La mayoría de los estudios demuestran que los descongestionantes, los antihistamínicos y otros remedios sin receta para los resfriados, por lo general, no ayudan a prevenir ni a tratar las infecciones de oído o el líquido detrás del tímpano.
No le dé aspirina a ninguna persona menor de 20 años.
Por qué evitar los antibióticos cuando no son necesarios
Frecuentemente, no se necesitan antibióticos para tratar una infección de oído.
- La mayoría de las infecciones de oído desaparecen por sí solas. Este es el caso tanto si son causadas por bacterias o por un virus.
- Los antibióticos solo eliminan las bacterias. No ayudarán si la infección es causada por un virus.
- Los antibióticos no ayudan demasiado con el dolor.
Hay buenas razones para no administrar antibióticos si no son necesarios.
- El uso excesivo de antibióticos puede ser perjudicial. Si se toman antibióticos cuando no se necesitan, es posible que no sean eficaces después, cuando son realmente necesarios. Esto se debe a que las bacterias pueden volverse resistentes a los antibióticos.
- Los antibióticos pueden causar efectos secundarios, como retortijones estomacales, náuseas, salpullido y diarrea. También pueden provocar candidiasis vaginal (infección por hongos en forma de levadura).
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Cirugía
Los médicos pueden considerar cirugía para los niños que tienen infecciones de oído recurrentes o para aquellos que siguen acumulando líquido detrás del tímpano. Los procedimientos incluyen introducir tubos en el oído, extraer las adenoides, y en raros casos, las amígdalas.
Cirugía de inserción de tubos de ventilación en el oído
Los tubos de ventilación en los oídos son de plástico y tienen la forma de un carrete hueco de hilo. Ayudan a sacar líquido del oído medio. Los médicos sugieren tubos para niños que tienen infecciones del oído en forma repetida o cuando el líquido se queda detrás del tímpano.
Durante la cirugía, el médico hace una abertura en el tímpano e inserta un tubo. El tubo ayuda a drenar el líquido.
La mayoría de las veces, los niños se recuperan rápidamente y tienen poco dolor u otros síntomas después de la cirugía. Es probable que su hijo pueda regresar a la escuela o a la guardería al día siguiente.
Extracción de adenoides y amígdalas
La extracción de adenoides (adenoidectomía) o la extracción de adenoides y amígdalas (adenoamigdalectomía) puede ayudar a algunos niños que tienen infecciones de oído recurrentes o líquido detrás del tímpano. No se suelen extraer las adenoides a niños menores de 4 años, a menos que tengan obstrucción nasal grave.
Para tratar las infecciones de oído crónicas, los expertos recomiendan extraer las adenoides y las amígdalas solo si los tubos en los oídos y los antibióticos no han dado resultado. La extracción de las adenoides puede mejorar el flujo de aire y líquidos en los pasajes nasales. Esto puede reducir la probabilidad de que el líquido se acumule en el oído medio, lo que puede dar como resultado una infección.
Cuando se usa junto con otros tratamientos, la extracción de las adenoides puede ayudar a algunos niños que tienen infecciones de oído recurrentes. Pero extraer las amígdalas con las adenoides no es muy útil.nota 2
Las amígdalas se extraen si se infectan con frecuencia. Los expertos no recomiendan la extracción de las amígdalas como tratamiento por sí solo para las infecciones de oído.nota 3
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Referencias
Citas bibliográficas
- American Academy of Pediatrics and American Academy of Family Physicians (2013). Clinical practice guideline: Diagnosis and management of acute otitis media. Pediatrics, 131(3): e964–e999.
- Williamson I (2015). Otitis media with effusion in children. BMJ Clinical Evidence. http://clinicalevidence.bmj.com/x/systematic-review/0502/overview.html. Accessed April 14, 2016.
- Pai S, Parikh SR (2012). Otitis media. In AK Lalwani, ed., Current Diagnosis and Treatment Otolaryngology Head and Neck Surgery, 3rd ed., pp. 674–681. New York: McGraw-Hill.
Créditos
Revisado: 4 mayo, 2022
Autor: El personal de Healthwise
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